Comités de Etica Hospitalaria



De los temas tratados en clase, éste fue uno de los que más nos llamo la atención , ya que si bien habíamos escuchado que existían los comités, no sabíamos bien el rol que desempeñaban dentro del centro hospitalario, cual era su función, quienes lo integraban y en que casos se recurría a ellos; y la verdad es un tema bastante delicado que requiere de mucho estudio y competencia para analizarlo, tanto desde el tema de lo legal como de lo humano.


El sistema de seguridad social en salud crece y con él sus inconvenientes; el médico se enfrenta al desafío de defender un doble frente, por un lado están el bienestar y los derechos de sus pacientes y por otro, la institución a la que presta sus servicios que muchas veces ejerce presiones basadas en cálculos económicos; así se llega a convertir la medicina en una actividad comercial, más que humanitaria, carente de valores y de ética, que pierde credibilidad dentro de la sociedad.

Es así como los profesionales de la salud deben enfrentarse día a día a mayores retos, porque no es fácil tomar una decisión cuando la ciencia y el mercado pueden ponerlos en el límite entre el respeto a los Derechos humanos y la violación de los mismos.

Los Comités de Ética Hospitalaria son grupos interdisciplinarios que se ocupan de las consultas, estudio, consejo y docencia frente a los dilemas éticos que surgen en la práctica de la atención médica hospitalaria. Se constituyen así en instancias o espacios de reflexión que buscan apoyar y orientar metódicamente, tanto a profesionales como a pacientes, en sus propias perspectivas. Estos grupos surgen como una necesaria respuesta a los enormes cambios en conceptos de la atención en Salud, la introducción creciente de nueva y costosa tecnología, la complejidad de las decisiones clínicas y terapéuticas, la mayor participación de los pacientes, y a la búsqueda de formas de aplicar principios éticos en estas situaciones.

Los Comités de ética hospitalaria son esenciales para cualquier institución prestadora de salud; garantizan el cumplimiento de los reglamentos internos de la institución y del personal de salud, así como el cumplimiento de las normas nacionales e internacionales que permiten la discusión pluralista de los casos problemáticos.

La composición de estos Comités no obedece a un esquema predeterminado, igual para todos los países; por lo general incluyen profesionales médicos y de enfermería, trabajadores sociales, abogados, filósofos, teólogos y posiblemente antropólogos o sociólogos, además de algún representantes de la comunidad y la autoridad de la religión que profese la mayoría de los habitantes de la región; es importante que haya diversidad de género y edad de los miembros; Se aconseja que se establezca un período de permanencia en el Comité para evitar puestos vitalicios. No se aconseja la participación de autoridades administrativas de los hospitales pues ellos pueden limitar la libertad necesaria en la discusión o bien defender intereses institucionales que no coinciden con los del paciente o del médico tratante.

La enumeración anterior lleva a un elevado número de miembros de los CEH, lo que produce poca agilidad y una inevitable burocratización de su labor. Se ha establecido que el número de miembros debiera ser entre 6 y 10 personas, con un mínimo de 5 miembros para asegurar una reflexión grupal con enfoques y perspectivas diversas. Los CEH necesitan, para su buen funcionamiento, tener reconocimiento institucional y cierta reglamentación de su quehacer.

Funciones de los Comités de ética hospitalaria

Básicamente los CEH cumplen funciones consultivas, educativas y normativas. En cada una de estas funciones se producen diferentes etapas de desarrollo.

La función consultiva cumple con la necesidad de analizar en profundidad los
aspectos o conflictos éticos de casos clínicos que han suscitado dudas entre los médicos tratantes, el personal de enfermería o bien en los propios pacientes o sus familiares.

La función educativa se refiere a la necesidad de formación en Bioética y capacitación de los propios miembros del comité. Además de tener la responsabilidad de actuar como instancia educativa hacia todos los profesionales de la salud y del personal en general del hospital. Participan, en los programas de educación en Bioética de los estudiantes, particularmente en su aplicación a la clínica, y finalmente existe también una función educativa a la comunidad, la cual se puede ejercer a través de variadas actividades y/o programas.

La función normativa puede ser menos relevante cuando se trata. de comités de un servicio clínico que en aquellos de todo un hospital. Sin embargo es ineludible que después del análisis de casos similares, de condiciones que se repiten, o del análisis de cierto número de casos de la misma naturaleza se planteen sugerencias de cambios o modificaciones en la ronda de trabajo.

A estas tres funciones básicas se agregan también que los CEH pueden asumir funciones de análisis ético de los proyectos de investigación de sus respectivos hospitales, y a pesar de que no se ha mencionado entre los objetivos de los CEH los problemas relacionados con la negligencia o mala práctica profesional, los problemas gremiales, y los conflictos interpersonales, éstos problemas, que pueden ser frecuentes e importantes, deben encontrar su solución en otra instancias.

Varios dilemas nacen de este delicado tema y veremos que en muchas ocasiones nos encontraremos con ellos en nuestra práctica diaria, siendo éstos resueltos lo antes posible para evitar sufrimientos y perdida de tiempo en lo que a bienestar de los pacientes se refiere.

1.Problemas de salud física o psíquica, en relación a diagnósticos, tratamientos y pronostico, ¿Qué se puede o no se puede hacer?


2
Problemas psicológicos o emocionales: Capacidad y competencia en la toma de decisiones, pero ¿como saber si el paciente está capacitado o no para tomar alguna decisión?

3. problemas en la relación con el paciente, en la participación de familiares y amigos: ¿cómo será la información entregada?, ¿Cómo poder dar siempre en el gusto al paciente, preferencias?

4. participación de los profesionales de la salud, ¿Cómo es la forma de relacionarnos? ¿es la correcta?

6. confidencialidad, ¿cumplimos con esta premisa?

7. problemas socioeconómicos: tanto del paciente, de la familia como de la institución ¿cómo poder ayudar sin involucrarse tanto?

8. problemas legales, ¿Qué hacer?

Muchas formas de dar solución tenemos en nuestra cabeza, pues nuestra imaginación es muy amplia, pero nuestros recursos en todo ámbito de cosas es escaso, por lo que finalmente desechamos la mayoría de las decisiones y descubrimos que eran muy utópicas, considerando que solo somos estudiantes y que nuestra labor dentro del centro asistencial es muy pequeña, fue entonces que comenzamos a soñar que ya éramos profesionales, enfermeras hechas y derechas, en las que teníamos mucha más importancia y en la q podíamos gestionar muchas más cosas, pero fue realmente decepcionante cuando otra vez caímos y nos dimos cuenta que a pesar de nuestra importancia y del rol fundamental que cumplíamos nada podíamos hacer.

Sentimos la frustración y la necesidad de pedir ayuda, de encontrar a personas idóneas en el tema y de ayudar en las soluciones a nuestros conflictos.

Soluciones que podrían darnos sólo las personas que integran el comité de ética del hospital, con conocimientos y bases para plantear alternativas y dar respuestas a nuestras inquietudes y la de nuestros pacientes.