Bioetica y Discapacidad Psiquiatrica


Muchas veces al toparnos con pacientes o personas con alguna patología psiquiatrita nos invaden sentimientos como miedo, rechazo, o incertidumbre, esto es fundamentalmente porque nadie sabe o entiende bien que pasa por sus mentes en determinado momento, ni hasta donde llegan sus límites y tampoco la reacción que tendrán ante una situación común de la vida diaria. Creemos que estos prejuicios existen a todo nivel de la población, incluso dentro del área salud, pues muchas veces la discriminación y rechazo que sufren los pacientes psiquiátricos viene del mismo lugar donde se atienden. Por ello consideramos importante analizar algunas barreras morales que deben enfrentar tanto los pacientes como los familiares de estos. Creemos necesario valorar al paciente psiquiátrico desde el punto de vista del principalismo, ya que estos nos proporcionan un marco mediante el cual podemos identificar problemas morales y reflexionar sobre ellos.

  1. Autonomía: uno de los principios más mencionados en la ética psiquiátrica. Autonomía significa libertad frente a coacciones externas, y la presencia de una facultad mental crítica ejemplificada por la comprensión, la intencionalidad y la capacidad de tomar decisiones voluntarias. Muchos dilemas éticos en psiquiatría tienen que ver con defectos en el respeto hacia la autonomía de la persona, desde la revelación insuficiente y manipulación de la información, hasta el no reconocimiento de un rechazo a las intervenciones médicas o tratamiento. Problema que surge en el momento que se necesita un consentimiento informado, donde un psiquiatra no puede imponer legítimamente un tratamiento a una persona con alteraciones mentales que no sea peligrosa, pero tampoco puede aceptar un consentimiento para su tratamiento como si fuese autónomo.

  1. No Maleficencia: Como el psiquiatra debe valorar el estado mental de otros y emitir un juicio, ello implica gran responsabilidad porque puede suponer una estigmatización de por vida, un error en un diagnostico puede ser muy perjudicial para el paciente y su familia. Además esta el hecho de que muchas veces los pacientes son maltratados por el personal de salud ya sea porque han previamente cometido un delito o porque como no pueden defenderse son tratados indignamente.

  1. Beneficencia: Nos exige ayudar a los demás mas allá de sus legítimos intereses, evitando o eliminando habitualmente los posibles daños. Los beneficios que puede entregar el personal de salud al paciente incluyen la colaboración con ellos para encontrar formas adecuadas de apoyo económico y ayudarles a obtener el acceso a los cuidados necesarios para su recuperación.

El profesional de enfermería, siempre se preocupa por el paciente como un ser biopsicosocial, centrándose en las respuestas que se relacionan con el entorno y la situación social, pero concentrándose principalmente en el ámbito familiar, ya que son ellos los que principalmente ayudarán en el proceso recuperativo del paciente.

Muchas de las personas que acuden a los servicios de salud tienen padecimientos somáticos que van acompañados de alteraciones psicológicas y por ende de trastornos de la salud mental, estas situaciones son las que debe reconocer una enfermera capacitada, ya que sin ser paciente psiquiatrico, es posible reconocerlos con una buena observación y entrevista. Es por esto que para poder aplicar el proceso de atención de enfermería en estos pacientes, la enfermera debe conocer y desarrollar adecuadamente las técnicas de comunicación terapéutica, la cual le sirve para establecer la relación profesional de la salud-paciente, recoger datos y dar información, y así planear la atención y el cuidado teniendo en cuenta a la persona enferma más que a las actividades de la unidad de salud y considerando como objetivo que cada persona desarrolle sus potenciales individuales tanto como sea posible, para así alcanzar la madurez emocional y la integración de su personalidad.