Caso Clinico

Una mujer de 81 años ingresa en el servicio de Urgencia de un hospital público en estado grave. Su respiración es dificultuosa. Se diagnostica neumonia bilateral. Presenta un paro cardíaco y el personal se afana en revivirla oprimiéndole el pecho, insertándole tubos y agujas y se indica un tratamiento agresivo con antibióticos. La paciente es trasladada a la UTI. donde permanece por un mes. La conectan a respirador, después la sacan, se mantiene estable durante un tiempo y nuevamente sufre un paro cardíaco. Una vez reanimada, su estado empieza a deteriorarse. Después de un mes en UTI, es evidente que tiene un pronóstico sombrío. Su neumonia no responde a la terapia. Sufre de una deficiencia cardíaca como consecuencia de su afección respiratoria y la desnutrición contribuye a agravar su estado general.


Este caso da para pensar y analizar las reales situaciones que deben enfrentar diariamente los profesionales del área de la salud, principalmente en las edades extremas de los pacientes, en que en un segundo de la fragilidad humana se puede ir toda nuestra vida y llegar al termino de nuestra existencia. Pero en vista y considerando la situación, no sólo los profesionales están en jaque cada vez que un paciente critico de avanzada edad sufre alguna descompensación que lo puede llevar a la muerte, sino también y muchas veces los más perjudicados con este tema son los familiares del paciente, las personas que están sufriendo el dolor más fuerte, los que no ven ni logran comprender la magnitud de los problemas y los que sólo piden ayuda y esperanza para su ser querido.
Intentando justamente pensar en ellos es que decidimos ponernos en el caso de que fuera nuestra propia abuelita la que estuviera en esa situación, y pensando en eso, nosotras tampoco querríamos que ella muriera, y pediríamos por todos los medios a los doctores que la salvaran. Pero ¿es justo para nuestra abuelita lo que pedimos?, ¿vulneramos su derechos en favor de los nuestros?, sin duda entran en juego todos los principios vistos con anterioridad y vemos que es difícil cumplirlos cuando nos ponemos en el caso de familiar, pero que sin duda debemos considerar cuando actuamos como estudiantes de enfermería. Por este motivo es que debemos pensar primero en el paciente, en cuales son sus derechos, sus deseos, sus preferencias y luego ponerse en el caso del familiar que está sufriendo, pero que vela por su propio sufrimiento en pos del de su ser querido, es por esto que debemos considerar tanto los riesgos como los beneficios de tenerla con vida, de ver las condiciones en las que se encuentra y si podremos hacer algo más por su calidad de vida. Pensando en ella entonces, es que le pediríamos al medico no mantenerla con vida sin sus propios medios y si muere, que le de una muerte digna y sin dolor. Se verá la posibilidad de llevarla a casa y que pase sus últimos días en la tranquilidad que solo la compañía y afecto de sus seres queridos le puede entregar.